domingo, 7 de agosto de 2011

Harry Brown

FICHA:

Director: Daniel Barber
Guionista: Gary Young
Productor: Keith Bell
Intérpretes: Michael Caine, Emily Mortimer, Charlie Creed-Miles, David Bradley, Iain Glen, Sean Harris
Música: Ruth Barrett, Martin Phipps
Fotografía: Martin Ruhe
Montaje: Joe Walker
Marv Films, 2009






“En mis tiempos se luchaba por una causa, lo de ellos es mero entretenimiento”. Harry Brown se refiere a los cambios de la sociedad, a los valores y respetos perdidos y al comportamiento del ciudadano. Su causa, por la que él luchó en su época de juventud, era el patriotismo... lo de ellos, lo de hoy, es pelear por pelear.

¿Qué sentido tiene matar a golpes a un tranquilo anciano que se dirige hacia su casa, como todos los días, tras jugar con su amigo al dominó en un bar? Ninguno. Si además hablamos de grabarlo en video por diversión, nos encontramos con el vandalismo y la violencia más gratuitos que nos ha traído la supuesta evolución de la sociedad en el siglo XIX.

Harry Brown es un hombre solo, jubilado y ex militar, que se siente desolado tras la muerte de su amigo a manos de unos jóvenes descarriados que venden su vida por sexo, drogas y crimen. Poco a poco y frente a la pasividad de la policía frente al caso, Brown comienza a tomar cartas en el asunto y se verá así envuelto en peligrosas situaciones, afrontándolas con valentía y pasando por la muerte de puntillas.


Este argumento sencillo y muy asimilado ya por los espectadores, nos lleva a Clint Eastwood o a Charles Bronson tomándose la justicia por su mano y no podemos evitar recordar esas míticas escenas de Harry El Sucio (1971), Deuda de Sangre (2002), El justiciero… (1974) o la más reciente Gran Torino (2008). Clint Eastwood parecía hecho a medida para estos papeles y lo cierto es que aquella Smith & Wesson le quedaba a Harry Callahan como anillo al dedo, por esto no podemos dejar de ver su rostro tras el nombre de Harry Brown. Sin embargo, y aunque no estamos muy acostumbrados a ver al británico Michael Caine pistola en mano (ya en la Get Carter de 1971 se adueñó de la justicia), éste aparece magnífico en su papel de Harry Brown y muestra, una vez más, clase y talento ante la cámara. Cabe decir, además, que la ambientación sucia y gris, acorde con el argumento, añaden un punto positivo a la visualización del film y así, la fotografía, la música, los efectos especiales y el vocabulario adecuado perfectamente al estatus de cada personaje dan como resultado una película digna de pertenecer al séptimo arte.



¡¡¡Totalmente recomendable!!!


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